Madrid, siempre tan acogedora, tiene la generosa costumbre de recibir a los forasteros como si fuesen propios, llegando incluso a erigirles monumentos en su honor. Un ejemplo…
Leer másMadrid, siempre tan acogedora, tiene la generosa costumbre de recibir a los forasteros como si fuesen propios, llegando incluso a erigirles monumentos en su honor. Un ejemplo…
Leer más