Luigi Boccherini dejó la pluma sobre la mesa y frotó sus ojos cansados. La vela agonizaba en un charco de cera derretida, y las sombras en la habitación temblaban con la misma…
Leer másLa ciudad de Madrid tiene un don singular para conquistar el corazón, no solo de quienes han nacido en ella, sino también de aquellos forasteros que, como un servidor…
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