España en blanco y negro
El NO-DO, la huella de una época
Hoy en día todos disponemos de acceso inmediato a noticias y entretenimiento, sin embargo, entre los años 40 y 70 del siglo XX, la información audiovisual en España se consumía en los cines, a través del NO-DO.
En diciembre de 1942, el Boletín Oficial del Estado anunciaba el nacimiento de Noticiarios y Documentales, un organismo que serviría de soporte propagandístico al régimen de Franco. Desde el 1 de enero de 1943, quedaba prohibida la edición de cualquier otro noticiario, documental o cinematográfico. Ningún operador ajeno a NO-DO podía filmar reportajes y todas las salas de cine estaban obligadas a proyectar el documental antes de cada película.
El cine era un medio muy popular y se aprovechó su tirón para la emisión, sin censuras, del boletín del régimen. En poco tiempo no quedaba un solo español que no tarareara su sintonía.
Además de imágenes propagandísticas, en las que Franco aparecía inaugurando pantanos o recibiendo visitas en el Palacio del Pardo, se emitían escenas de la vida cotidiana de los españoles, desde el primer Seiscientos a los ganadores del sorteo de la Lotería o las hermosas vistas de París cubierta por un manto de nieve.
El NO-DO mostró a los españoles el gol de Zarra a Inglaterra, la victoria de Massiel en Eurovisión o la vida de Ava Gardner en Madrid… aunque estrecha, el noticiario se convirtió en una ventana al exterior. El periodista Matías Prats fue una de sus voces más emblemáticas y célebres realizadores como Antonio Mercero, produjeron documentales.
En 1975 fue levantada la obligatoria emisión del NO-DO en los cines y en 1981 desapareció definitivamente.
Este edificio, actualmente desolado, en el cruce de las calles Velázquez y Joaquín Costa en Madrid, fue sede del NO-DO desde 1942, responsable de conservar todos los documentales emitidos, que hoy se guardan en la Ciudad de la Imagen. 77.000 latas de aluminio que, además, esconden tesoros como las escenas que en 1896 el equipo de los hermanos Lumière rodara en la Puerta del Sol.
El NO-DO, con sus luces y sombras, fue el cronista de una etapa de nuestro país en la que la libertad de expresión y de comunicación brillaba por su ausencia… un material histórico que nos acerca a la España de nuestros padres y abuelos, y nos enseña a valorar el presente, igualmente, con sus luces y sombras.