Hundir la flota
casto méndez núñez, héroe del callao
Aunque Madrid no tiene mar, sí conserva la memoria de alguno de los marinos militares más destacados de nuestra Historia… en ocasiones, escondida tras sus calles y plazas más emblemáticas. La concurrida Plaza del Callao, todo un símbolo en la capital, esconde tras su famoso nombre la gesta de uno de los héroes navales más destacados y desconocidos de la Historia de España… nos referimos a Casto Méndez Núñez.
Las relaciones de un estado con sus excolonias nunca son fáciles y la España del siglo XIX no fue una excepción. Durante el reinado de Isabel II se produjeron constantes desavenencias entre los gobernadores españoles y los de sus colonias sudamericanas, cuya conservación temporal costó a nuestro país sangre, sudor y dinero.
Casto Méndez Núñez nacía en Vigo el 1 de julio de 1824. Su familia ya había aportado ilustres marinos a nuestro país y Casto decidió mantener la tradición familiar. Con quince años ingresaba en la Escuela Náutica de Vigo y en tiempo récord ya era guardiamarina de la Armada Española.
Su primer destino fue el bergantín “Nervión”, cuya misión era afianzar los derechos españoles sobre la actual Guinea Ecuatorial que los ingleses querían monopolizar. Gracias a su buen hacer, el joven gallego fue ascendido a Alférez.
Tras varios destinos que pasaron por la Santa Sede, La Habana y un puesto burocrático en el Ministerio de la Marina en Madrid, Méndez Núñez recibió la orden de trasladarse a Filipinas como capitán de fragata. Su misión, combatir piratas.
Una de sus misiones en Filipinas es digan de un guión de Hollywood. Consistía en conquistar el fuerte pirata de Pagalmgan, pegado a la costa y fuertemente defendido por una muralla. Méndez Núñez decidió dirigirse a toda máquina hacia la playa con su Goleta “Constancia”. Al encallar frente al fuerte los palos de su navío quedaron por encima de los muros del mismo, lo que permitió a su infantería de marina saltar al interior. El fuerte fue conquistado y Méndez Núñez ascendido a Capitán de Navío.
En 1865 se le concedía el mando de la fragata blindada “Numancia”, en la que llevaría a cabo sus más famosas gestas. En ella Méndez Núñez participó en la Guerra hispano-sudamericana que enfrentaba a las colonias de Chile, Perú, Bolivia y Ecuador contra España. Una guerra inútil provocada por los continuos errores diplomáticos de uno y otro bando.
Es este contexto, Méndez Núñez atacó el puerto chileno de Valparaíso, en el que se encontraban las flotas de guerra británicas y estadounidenses, cuyos comandantes amenazaron al español: si atacaba ese puerto ellos se interpondrían.
El gallego les contestó que cumplía órdenes y que si decidían intervenir serían considerados enemigos y atacados también. La frase que pronunció entonces Méndez Núñez quedaría grabada en los anales de la Historia militar: “España, la Reina y yo preferimos honra sin barcos que barcos sin honra”. Las flotas británica y estadounidense se retiraron, dejando vía libre al bombardeo y a la posterior rendición de Valparaíso.
Tras Valparaíso, Méndez Núñez fijó el rumbo hacia la plaza fuerte de Perú: la fortificación casi inexpugnable de El Callao.
El 2 de mayo de 1866, tras ofrecer un ultimátum a su enemigo, la flota española se situó frente a El Callao con una flota compuesta por la fragata blindada “Numancia”, cinco fragatas de hélice, una corbeta de hélice y siete buques auxiliares que no participaron en el asedio. En total, unos 270 cañones.
Por parte peruana se contabilizaron 56 cañones en tierra, dos monitores y tres vapores. Un total de 69 cañones divididos en la zona sur, norte y muelles. Los peruanos además estaban preparados con una línea defensiva de batallones de infantería y caballería en caso de que las fuerzas españolas desembarcaran.
Después de más de seis horas de combate, Méndez Núñez conseguía acabar con las baterías de tierra y ordenaba que cesara el ataque, dejando El Callao desguarnecido pero sin llegar a penetrar en la ciudad. Su gesta sería celebrada en España como una gran victoria.
El resultado final de la batalla fue de 43 muertos españoles y se llegó a hablar de hasta dos mil peruanos. Entre los cientos de heridos españoles se contaba Méndez Núñez.
La fragata Numancia había partido de Cádiz el 4 de Febrero de 1865 y regresaba a este mismo puerto el 20 de Septiembre de 1867, victoriosa y habiéndose convirtiéndose en el primer buque acorazado en dar la vuelta al mundo… un hito histórico muy poco conocido.
Casto Méndez Núñez fue recibido en España como un héroe nacional. Fue nombrado Vicepresidente del Almirantazgo, además de Diputado en las Cortes por A Coruña… unos honores que pudo disfrutar durante poco tiempo ya que, el 21 de Agosto de 1869, fallecía en Pontevedra con sólo 45 años, a causa de las heridas sufridas en la batalla de El Callao. Hoy, sus cenizas descansan en el Panteón de Marinos Ilustres de Cádiz por orden de Alfonso XII.
La importancia de Méndez Núñez es tal en la Historia de nuestro país que cuatro buques de la Armada Española han llevado su apellido y toda España está llena de calles, plazas y parques en su honor, como esta icónica Plaza de Callao en Madrid. Sin embargo, tanto sus logros como su increíble vida, llena de aventuras, son desconocidos para la gran mayoría de los españoles. El primer marino en dar la vuelta al mundo al mando de un acorazado, quien combatió a piratas, ganó una guerra y amedrentó a las marinas Británica y Estadounidense… se convirtió en otro español universal cuyo rastro en la Historia se reduce a una dirección postal.
P.D: Para Mariano, mi amigo y hermano. Mi ejemplo de valor, honestidad, generosidad, superación y lealtad. Tu cariño, consejo y apoyo siempre me muestran el camino. GRACIAS.