Un balcón con vistas

Jardines de las Vistillas. Madrid, 2018 ©ReviveMadrid

las mejores “vistillas” de madrid

Cuando pensamos en los jardines de Las Vistillas, al momento nos vienen a la cabeza imágenes de verbenas y celebraciones durante las castizas fiestas madrileñas, pero esta zona es mucho más que fiestas populares… se trata de uno de los enclaves más antiguos de Madrid y el balcón natural más hermoso de la ciudad, desde el que se puede disfrutar de unas puestas de sol maravillosas y únicas en la capital.

Toma su nombre del cerro de Las Vistillas, denominado así por las vistas que se contemplan desde su cima, con preciosas panorámicas de la sierra de Guadarrama, el río Manzanares, la Casa de Campo y toda la zona monumental del Palacio Real y la Catedral de la Almudena.

Se trata de una de las formaciones montañosas que sirvieron de defensa natural a la ciudad durante la Edad Media. Sobre estos terrenos fue edificado, a principios del siglo XIII, el primitivo convento de San Francisco, que con los años se convirtió en la Real Basílica de San Francisco el Grande, siendo objeto de disputa entre los religiosos de San Francisco y el antiguo Concejo de Madrid. Con el tiempo, las tierras se convirtieron en residencia de la Casa de Osuna, cuyo palacio competía en belleza con el Palacio Real. A principios del siglo XX el palacio fue demolido y sobre sus ruinas se construyó el actual Seminario Conciliar.

La zona de Las Vistillas se convirtió en los siglos XVIII y XIX en lugar de encuentro para la aristocracia madrileña. Aún hoy se conservan algunos de los parterres, glorietas y senderos de esta época, así como tramos de las tapias del siglo XVIII que forman un perímetro recogido, declarado Bien de Interés Cultural por ser parte de la Real Cerca de Felipe IV, con tramos anteriores a 1625.

La plaza de Gabriel Miró es el espacio que más se identifica con Las Vistillas, y es en ella donde los meses de mayo y agosto se instalan algunas de las atracciones más importantes de las fiestas de San Isidro y la Virgen de la Paloma… dos citas ineludibles si quieres empaparte del ambiente castizo de la capital.