La estudiante misteriosa
julia, la estudiante más ilustre del barrio
¿Conoces a Julia, la vecina más famosa del barrio de Universidad en Madrid? Al pasar por la Calle Pez, casi esquina con Calle San Bernardo, no puedes dejar de saludar a esta entrañable y coqueta estudiante de pelo corto y mirada amable… que esconde una fascinante historia de más de ciento cincuenta años.
En 1836, la reina regente María Cristina ordenó el traslado de la Universidad Complutense de Alcalá de Henares a Madrid. Su primera sede fue el Seminario de Nobles de la calle Princesa y posteriormente, el antiguo Noviciado de Jesuitas en la calle San Bernardo, adaptado para acoger la nueva Universidad, dando nombre a este barrio madrileño.
Por aquel entonces, las mujeres tenían prohibido asistir a la universidad. Coincidiendo con su inauguración en 1842, una de las mujeres más valientes del Madrid de la época, Concepción Arenal Ponte (Ferrol, 1820-Vigo, 1893), decidió disfrazarse de hombre para colarse como oyente en las clases de Derecho del edificio de la Universidad Central. Se cortó el pelo, vistió levita, capa y sombrero de copa y procuró pasar desapercibida.
Al descubrirse su verdadera identidad y tras aprobar un examen, el rector la autorizó a seguir asistiendo a las clases, siempre como oyente, hasta 1845. Un familiar la acompañaba hasta la puerta, un bedel la escoltaba hacia un cuarto solitario y el profesor correspondiente la conducía a clase, donde permanecía en un lugar aparte.
Concepción Arenal es una de las figuras más relevantes y olvidadas de nuestro siglo XIX. Poetisa, novelista, socióloga, penalista, eminente feminista y luchadora pionera de los derechos de la mujer en España, su aportación fundamental, reconocida en la Europa de su época, fue su trabajo como defensora de los derechos de los presos para reformar las prisiones y convertirlas en espacios de rehabilitación de los reos… reivindicaciones asumidas en el sistema penitenciario actual. Una estela que, posteriormente, seguirían mujeres como Clara Campoamor o Victoria Kent.
En 2003, el escultor Antonio Santín se inspiró en esta historia de lucha y superación para realizar su obra urbana Tras Julia. Esta estatua de bronce, representa a tamaño real a una joven de pelo corto que sostiene un par de libros y llama la atención del transeúnte. Se apoya sobre la pared del Palacio Bauer, que albergó en su día la Universidad Central de Madrid, hoy sede de la Escuela Superior de Canto.
A pesar de ser una de las esculturas urbanas más queridas de Madrid, en 2010 fue retirada provisionalmente para repararla tras sufrir un ataque vandálico que la dejó maltrecha. ¿Qué habría pensado Concepción Arenal de esto? “Odia el delito y compadece al delincuente” solía decir... aunque es difícil compadecer a quien no respeta el patrimonio cultural de todos.