Ríos de sabiduría
giner de los ríos, la educación por bandera
El sistema educativo español vive en un constante estado de transición desde hace décadas. La ausencia de pacto entre partidos políticos impide una educación independiente y de calidad. Sin embargo, hace más de cien años, un malagueño idealista apostó por una educación moderna y libre, opuesta a la autoridad y a los dogmas… se trataba de Francisco Giner de los Ríos.
Francisco Giner de los Ríos (Ronda, Málaga, 1839-Madrid, 1915) fue un pedagogo visionario que revolucionó la educación en España. Fiel a la escuela krausista, defendía la tolerancia académica, la libertad de cátedra y una nueva moral social basada en la ética y la ciencia.
Apartado de su cátedra de Derecho y Derecho Internacional en la Universidad Central de Madrid por negarse a acatar la norma que impedía las críticas a la religión católica y a la monarquía, decidió fundar en 1876 la Institución Libre de Enseñanza, a la que dedicaría el resto de su vida.
Concebida como un centro educativo basado en una pedagogía moderna, laica y progresista, se convertía en una alternativa a la enseñanza oficial dominada por la Iglesia. Pretendía formar ciudadanos capaces de concebir ideales basados en el reconocimiento de la igualdad entre hombre y mujer, la libertad de cátedra e investigación, la libertad de textos y la supresión de los exámenes memorísticos. Su apuesta por una formación internacional le llevó a conseguir mil becas para que sus estudiantes se formarán en otros países.
El proceso educativo de la ILE consideraba al maestro como un ejemplo de conducta para los alumnos y proponía el aprendizaje como un constante ejercicio de curiosidad, razonamiento y deducción. Valoraba la educación estética y el entorno como elemento de aprendizaje, llegando a introducir por primera vez las excursiones escolares y las visitas a museos.
Los factores naturales favorecían el proceso de estudio. La luz debía, por ejemplo, entrar por el lado izquierdo para que los estudiantes no se tapasen con la mano al escribir. El jardín, por su parte, era fundamental y contaba con un huerto cuidado por los alumnos y un espacio para practicar deportes. Disponían también de una pequeña estación meteorológica en la que los estudiantes realizaban mediciones.
Giner de los Ríos impulsó otros proyectos clave, como la Junta para la Ampliación de Estudios y la Residencia de Estudiantes, que contribuirían a formar brillantes científicos, intelectuales y políticos, como Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Maruja Mallo o Emilia Pardo Bazán.
Don Francisco moría antes de que su institución fuese prohibida y expropiada tras la Guerra Civil. Hubo que esperar hasta la década de 1980 y la Transición para recuperar sus bases educativas. Su sede, en el Paseo del General Martínez Campos de Madrid, en el barrio de Chamberí, fue finalmente rehabilitada en 2014.
Un siglo después de su muerte, aquel país por cuya educación trabajó no sabe valorar las Humanidades, la Filosofía y las Bellas Artes en el bachillerato, invierte poco en ciencia y permite la fuga de talento… ¿qué pensaría hoy don Francisco?