El foro del arte
CAIXAFORUM, arte y patrimonio industrial
Madrid es un ejemplo de arquitectura y urbanismo, con su centro histórico a la cabeza, pero comenzado el siglo XXI la capital necesitaba un edificio ejemplo de diseño moderno y vanguardista. La construcción del espacio CaixaForum, en 2008, supuso un nuevo impulso arquitectónico dentro del llamado Triángulo del Arte madrileño.
Ubicado en un lugar privilegiado, junto al Paseo del Prado y frente al Jardín Botánico, el solar original estaba ocupado por la antigua Central Eléctrica del Mediodía, uno de los últimos ejemplos de arquitectura industrial de la zona, y por una antigua gasolinera. Los elegidos para desarrollar este proyecto fueron los arquitectos suizos Herzog & de Meuron, que en 2001 habían recibido el premio Pritzker por su intervención al convertir otra central eléctrica en un museo, el Tate Modern de Londres.
Al levantar el centro de exposiciones se planteó un problema: las fachadas de la central eléctrica estaban protegidas y se debían preservar, por lo que se mantuvo la carcasa exterior de ladrillo y se vació el interior. Esta compleja reforma supuso restituir 40.000 ladrillos de las cuatro fachadas, utilizando algunos encontrados en el interior y fabricando otros nuevos de forma artesanal, según los procedimientos de hace un siglo. Se eliminó el antiguo zócalo de granito y se elevó el edificio, sustentado por una macro estructural de 3 pilares interiores, generando un espacio público fluido que hace que el edificio parezca flotar en el aire.
El espacio requerido para el centro expositivo era superior al de la antigua central eléctrica, por lo que se crearon dos plantas más, revestidas con acero corten rojo, en sintonía con el ladrillo conservado, de manera que el nuevo espacio dialogara con las formas de los tejados de las casas colindantes.
Tras derribar la gasolinera quedó al descubierto una gran medianera. Los arquitectos convirtieron este enorme lienzo de hormigón en el primer jardín vertical de la capital, diseñado por el artista y botánico Patrick Blanc. Un mural natural, de 460 metros cuadrados, compuesto por 15.000 plantas de 250 especies, que pronto se convirtió en imagen de la institución y en uno de los iconos de la ciudad… así como un imán arquitectónico que atrae al viandante hacia el centro de exposiciones.
El edificio CaixaForum es un ejemplo de que la buena arquitectura mejora las ciudades y los espacios. No es necesario construir edificios grandilocuentes o espectaculares… sino trabajar en pro de las personas y no del estilo.